Tres formas de enfrentarte con cabeza a una entrevista de trabajo

Encontrar una oferta de trabajo y que nos seleccionen parece haberse convertido en toda una odisea en los últimos años para muchas personas. Actualmente, es posible que, si uno se encuentra buscando empleo, el simple hecho de que se detengan a leer su currículum y que le seleccionen para una entrevista, haga que le invadan los nervios, quizá más de la cuenta. Por eso, en Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología, te traemos tres formas de enfrentarte con cabeza a una entrevista de trabajo.

Prepara tu entrevista y tu mente

Como todo en la vida, la preparación es la clave para causar una buena impresión a los demás, ya sea a la hora de acudir a una entrevista de trabajo, o de enfrentarse a una presentación en clase. Además, desde un punto de vista psicológico, ofrece valiosas herramientas para analizar la personalidad, la motivación y la idoneidad de los aspirantes al entrevistador, pero también aumenta la sensación de seguridad y las posibilidades de éxito para el entrevistado.

Busca tus logros más relevantes

Al final, todo se resume en venderse uno mismo. Por eso, es importante que busques en tu historial laboral ejemplos de logros en trabajos anteriores, a ser posible, relevantes para el puesto al que quieres optar. Puedes hablar sobre cómo enfrentaste desafíos, superaste obstáculos y lograste resultados positivos, ya que eso muestra tu capacidad para contribuir al éxito de la empresa.

También es buena idea que muestres humildad, señalando tus debilidades, pero, ¡cuidado! Es mejor que lo acompañes de una explicación sobre cómo estás trabajando para mejorarlas.

Muestra interés y pregunta

Al final de la entrevista, es común que te den la oportunidad de hacer preguntas al entrevistador. Prepárate para hacer preguntas inteligentes sobre la empresa, el equipo, las expectativas del puesto y las oportunidades de desarrollo. Esto demuestra tu interés y compromiso y puede alimentar más la confianza en ti mismo. Y tampoco viene mal insistir en la contribución que puede suponer tu presencia.

También es importante saber gestionar el estrés, ya que, en situaciones así, es muy frecuente tener esa sensación. Es aconsejable que prestes atención a tu lenguaje corporal y mantener contacto visual, sin olvidar la sonrisa. La confianza o el optimismo que pretendas reflejar con tus palabras debe verse también en tus acciones.

¿Te han servido estos consejos? ¿Ya los habías puesto en práctica anteriormente? Desde Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología esperamos que estas tres formas de enfrentarte con cabeza a una entrevista de trabajo te resulten útiles si lo necesitas.

¡Mucha suerte!

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