Las redes sociales llevan acompañándonos desde hace unos años, cada una ofreciendo herramientas útiles y ventajas a la hora de desempeñar algún trabajo o, simplemente, para pasar un rato divertido. Pero, desde hace unos años, han surgido algunos debates alrededor de ellas, especialmente en lo referente al efecto psicológico que nos puede provocar tanta exposición a contenidos fugaces y filtros. Por eso, en Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología hablaremos de psicología y redes sociales: ¿qué hay tras la pantalla?
¿A quién le afectan más?
Por el momento, son los jóvenes los que más parecen verse afectados por las consecuencias de un uso elevado de las redes sociales, lo que, a menudo, puede provocar cierto aislamiento de la realidad, causante, a su vez, de problemas de salud mental, por lo que cabe preguntarse, ¿se usan las redes como instrumento o como fin?
¿Hay una relación entre las redes y los trastornos mentales?
Sin que esto signifique una relación implacable ni total, estudios recientes concluyen que los altos niveles de uso de las redes sociales en estudiantes de nivel universitario se correlacionan con la aparición de depresión, ansiedad, estrés y adicción a Internet, problemas de aprendizaje y trastornos del sueño, algo que puede incrementarse si existe una predisposición y puede incrementar el riesgo de desarrollar conductas autolesivas.
La información constante también cuenta
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que la redes crean un flujo de información constante y suponen, para muchas personas, una exposición continua. Esta sobreexposición dificulta el hecho de consumir contenidos de forma crítica y con cierta distancia emocional. Cuando esto ocurre, pueden aparecer las inseguridades y las comparaciones, estableciendo una disociación entre lo que creemos ser y lo que consideramos que deberíamos ser, tanto para los demás como para nosotros mismos.
Una cuestión de equilibrio
¡Que no cunda el pánico! Aunque existan riesgos, al final, la clave es intentar tener una relación equilibrada con nuestras redes. Esto puede pasar, por ejemplo, por establecer un tiempo de uso limitado cada día, al menos, dentro de lo que permita el trabajo o los estudios, ya que, en el mundo actual, no siempre es posible desprendernos de ellas. Pero sí se puede poner barreras si sentimos que lo que vemos a través de la pantalla nos sobrepasa.
Psicología y redes sociales: ¿qué hay tras la pantalla? Ver las cosas a través de filtros puede no ser demasiado adecuado para la salud mental, pero, en Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología, estamos a tu disposición para combatir esos efectos adversos de uno de nuestros modos de entretenimiento más populares.
¡Pon límites!
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