En la actualidad, son muchos los trastornos de carácter psicológico sobre los que se ha arrojado luz y han pasado de ignorarse por completo a ser tenidos cada vez más en cuenta. De hecho, los que afectan a la atención parecen haber cobrado mucha relevancia en los últimos años, de modo que, hoy, en Mariela Martínez Ramos – Consulta de psicología, te hablaremos del TDAH, el peor enemigo de los jóvenes.
¿Qué es el TDAH?
Mucha gente se refiere a este trastorno como TDAH, pero, clínicamente, se le denomina Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Quienes lo padecen suelen tener problemas para prestar atención, controlar conductas impulsivas o pueden ser demasiado activos. Se trata de un trastorno que no tiene cura (al menos, de momento), pero puede controlarse eficazmente para que los síntomas mejoren conforme se crece, ya que, actualmente, se suele diagnosticar más durante la infancia.
¿Qué síntomas tiene?
El TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes de la niñez, de modo que es importante prestar atención a los posibles síntomas que pueda tener, que se basan en olvidar o perder cosas con mucha frecuencia, retorcerse o moverse de manera nerviosa sin motivo aparente, tener problemas para mantener la atención en algo durante mucho tiempo, e, incluso, tener problemas para relacionarse con otros niños.
Por supuesto, esto es algo meramente orientativo. Para poder determinar si esos posibles síntomas son señal de que tu hijo pueda tener TDAH, es necesario que acudas a un profesional para poder establecer un diagnóstico.
¿Qué lo provoca?
Los factores que pueden desencadenar este trastorno son algo que se está estudiando hoy en día. Sin embargo, existen estudios que apuntan a factores genéticos como una posible causa, así como lesiones cerebrales, exposiciones ambientales, el consumo de alcohol en las personas adultas o adultos jóvenes, o un bajo peso al nacer.
En cualquier caso, decidir si un niño tiene TDAH es un proceso de varios pasos. No hay un único examen para diagnosticarlo y hay muchos otros problemas, como la ansiedad, la depresión y ciertos tipos de trastornos del aprendizaje, que pueden presentar síntomas similares. Un paso del proceso implica realizar un examen médico, que incluye pruebas auditivas y de la visión, para descartar otros problemas con síntomas similares a los del TDAH. Otra parte del proceso puede incluir completar una lista de verificación para calificar los síntomas del TDAH y recolectar los antecedentes del niño por parte de los padres, maestros y, a veces, el propio niño.
¿Cuál es el tratamiento?
Cuando se le diagnostica TDAH a un niño, a menudo a los padres les resulta difícil decidir la mejor manera de ayudar a su hijo. Es importante que recuerden que se puede tratar. Hay muchas opciones de tratamiento, por lo que los padres deben trabajar estrechamente con todas las personas involucradas en la vida del niño. Y una opción es la terapia conductual. Recordamos que siempre debe establecerse un tratamiento con un profesional.
¿Tenes algún síntoma que pueda encajar con esta afección? En Mariela Martínez Ramos – Consulta de psicología te animamos a buscar la ayuda que necesites para que puedas hacerle frente al TDAH, el peor enemigo de los jóvenes, con todas las mejores armas.
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