El equinoccio de primavera suele traer muchas cosas. Además de temperaturas más altas, días más largos y paisajes más floridos, surte un efecto psicológico que se traduce en diversos síntomas. También se suele decir que ‘la primavera la sangre altera’, logrando hacer que esa frase se repita una y otra vez. Pero, ¿qué efectos son esos? ¿Cómo nos trata la primavera? En Mariela Martínez Ramos – Consulta de psicología te lo explicamos.
¿Tanto nos afectan las estaciones?
Esta entrada quizá te haya hecho preguntarte hasta qué punto nos pueden afectar las estaciones del año. Y es posible que la respuesta te sorprenda, ya que el paso de esas estaciones deja huella, empezando por el trastorno afectivo estacional (TAE) durante el invierno, con sensación de agotamiento y alteraciones del sueño. Sin embargo, en lo que respecta a la primavera, debido al aumento de horas de luz, nuestro ciclo circadiano se ve afectado, y, por consiguiente, nuestro sueño, ya que la melatonina (hormona que produce la glándula pineal y nos ayuda a dormir) la dejamos de fabricar por la mañana, con la llegada de la luz solar.
La luz dicta nuestras sensaciones
Como decimos, la prueba irrefutable de ese cambio de sensaciones en la primavera es la luz, ya que suele ser más intensa, por no hablar de duradera. Y, cuanto más intensa es la luz, más despiertos nos sentimos. Incluso podemos sentirnos más animados, quizá debido a la serotonina que libera nuestro cuerpo. Y tampoco tenemos que olvidarnos de los beneficios que nos producen las temperaturas más templadas. En otras palabras, también le debemos nuestra felicidad a la vitamina D, todo ello adecuado para tener un descanso de calidad, lo que, a su vez, nos ayuda a tener una mejor concentración y, en consecuencia, ser más productivos.
Tiene una doble cara
¡Cuidado! Es importante tener en cuenta que la primavera puede tener un efecto adverso. Aunque solamos verla como una fuente de optimismo, también puede despertar casos de TAE. Aunque, curiosamente, se desconoce su conclusión científica. Como mucho, se achacan a la biología, más concretamente en los ciclos circadianos, por lo que nos vemos obligados a recordarte la importancia de atenderlos adecuadamente.
¿Cómo nos trata la primavera? Desde Mariela Martínez Ramos – Consulta de psicología diríamos que nos puede tratar de una manera muy ambigua, aunque nosotros preferimos quedarnos con los efectos positivos.
¿Y tú? ¿La primavera te pone feliz o triste?
En Mariela Martínez Ramos-Consulta de psicología | Tres consejos para plantarle cara al miedo por fin
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