Una moneda con dos caras
Es cierto que las plataformas existentes nos han permitido mantener el hilo de nuestras relaciones sociales y de lo que pasa a nuestro alrededor. Han sido las protagonistas de la cuarentena junto a los mensajes de ánimo colectivo y hacia los sanitarios, pero no son los únicos que han hecho acto de presencia.
Varios equipos del MIT y la Universidad de Harvard han analizado las conversaciones que se han publicado durante estos meses para saber cómo se ha visto afectada la salud mental de los usuarios. Según la investigación, las conversaciones sobre el suicidio y la ansiedad han aumentado en comparación con la era pre Covid.
Un torbellino de sentimientos
A lo largo de la sesiones de estos meses, los profesionales de la salud mental también hemos podido comprobar que las consultas más habituales están centradas en la ansiedad, a menudo dada por otros problemas, como la gestión del duelo, problemas de pareja, estudios o la pérdida del trabajo, a lo que debe sumarse también un innegable sentimiento de soledad.
El incremento de las conversaciones sobre el suicidio y estas investigaciones podrían ayudar a los profesionales, e, incluso, a los responsables de las distintas redes sociales, a identificar y ayudar mejor a los usuarios que estén sufriendo algún tipo de problema relacionado con la salud mental.
¿Tiene que ver la falta de contacto?
Es inevitable que la situación nos cause malestar, pero, ¿de verdad está tan relacionado con la necesidad de un distanciamiento social? La respuesta es sí, pero es necesario remarcar que esta medida no sólo afecta a la distancia física que debemos establecer a la hora de reunirnos, sino también a la limitación de los encuentros, lo que ha derivado en una necesidad de contacto físico que, por ahora, parece no ser posible en muchos casos.
¿Qué podemos hacer?
Es innegable que la pandemia ha causado daños importantes no sólo en nuestra salud física, sino también en la mental. Pero, afortunadamente, contamos con varias opciones para aplacar un poco los efectos:
- Apóyate en la persona con la que convivas. Siempre y cuando vivas con alguien, es importante establecer un contacto con ella.
- Exprésate. A falta del contacto físico, es importante expresar en voz alta tus emociones e impulsos. De igual modo, siempre puedes contactar con las personas de tu entorno.
- Acaricia a tu mascota. Existen estudios que prueban que pasar tiempo con ella reduce el estrés y refuerza la sensación de bienestar.
Desde Gavilán & Ramos, esperamos haberte ayudado a averiguar qué consecuencias ha tenido la pandemia en la comunicación. Te recordamos que estamos a tu disposición si necesitas ayuda.
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