La vida suele componerse de diferentes tipos de momentos. En algunas ocasiones, deseamos rodearnos de gente, incluso ser el centro de atención, sentirnos los protagonistas del momento. Y, en cambio, otras veces, lo único que queremos es estar solos. O, al menos, pasar desapercibidos, ya sea en una reunión o, en general, al encontrarnos en medio de una multitud. Este segundo deseo se ve alentado, además, por la necesidad de no llamar la atención por una actitud o una opinión diferente a las de la mayoría. Cuando esto se prolonga en el tiempo, tiene un nombre. Por eso, desde Mariela Martínez Ramos — Consulta de Psicología, decimos, ¡hablemos del síndrome de Solomon!

 

¿Qué es?

 

En términos generales, el síndrome de Solomon se define como un trastorno de personalidad que hace que una persona, con tal de evitar marcar una diferencia frente al resto de un grupo, opina y actúa como los demás, coincida realmente o no con ellas. Esto se debe al miedo a ser expuesto o señalado como diferente o por rehuir ser el centro de atención.

 

¿Cuándo nació?

 

Para poder conocer este síndrome en profundidad, es necesaria una pequeña lección de historia.

El psicólogo Solomon Ash acuñó este término tras realizar 123 experimentos conductuales en los años 50. En un instituto, seleccionó siete alumnos en un aula para que se compinchasen entre ellos, a fin de seleccionar siempre la respuesta incorrecta. Junto a ellos, también entraba un octavo alumno, que no estaba compinchado, y al que le hacía creer que la prueba que iban a llevar a cabo era para detectar problemas visuales. Después, el psicólogo les mostrabas unas líneas verticales con diferentes longitudes. Los siete participantes compinchados respondían siempre incorrectamente; y del octavo dependía responder de la misma forma o no.

 

¿A qué se debe?

 

Sobre el punto anterior, es normal buscar la conformidad. Y no conseguirla, a menudo, deriva en una baja autoestima, que a su vez y paradójicamente, condiciona ese deseo de encajar a toda costa en la comunidad en la que nos encontremos. De hecho, existen algunos síntomas que podrían indicar que uno padece de este síndrome, como un temor fuerte al rechazo, desconfianza ouna angustia excesiva.

 

¿Cómo puede evitarse?

 

En un mundo en el que uno está, en muchos aspectos, obligado a convivir con otras personas y, por tanto, opiniones, es comprensible preocuparse por que la nuestra pueda destacar si es distinta. Pero, aunque no exista una técnica infalible que borre por completo esa preocupación, sí es importante trabajar en el desarrollo de una personalidad fuerte.

¡Eso sí!, el trabajo no sólo debe corresponder a uno mismo. También es conveniente desarrollar una conducta grupal basada en el respeto ante la diferencia de opiniones.

 

 

¡Hablemos del síndrome de Solomon! ¡Pongamos nombre a los problemas! Desde Mariela Martínez Ramos — Consulta de Psicología, esperamos que, si sientes miedo a expresarte por no encajar con los demás, pidas toda la ayuda que necesites para combatirlo.

¡Marca la diferencia!

 

 

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