Dismorfia, el enemigo de los más jóvenes

En la actualidad, las redes sociales constituyen una parte importante de nuestra vida, exponiéndonos constantemente a todo tipo de imágenes en las que la estética se cuida como el mayor de los tesoros. En teoría, esto no tiene por qué suponer nada negativo, pero, en la práctica, nos encontramos cada vez con más casos de problemas relacionados con la percepción que tenemos de nosotros mismos y nuestro aspecto. Por eso, en Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología te hablaremos de la dismorfia, el enemigo de los más jóvenes.

¿Qué es? 

En primer lugar, es necesario señalar que no se trata de un problema que sólo afecte a los jóvenes, pero sí suele hacer mella especialmente en ellos. Se trata de un trastorno de salud mental que recibe el nombre de ‘Trastorno dismórfico Corporal’

Como su propio nombre indica, esta dolencia consiste en un enfoque intenso en la imagen y la apariencia de nuestro cuerpo, lo que, en muchas ocasiones, puede llevarnos a sentir ansiedad o a avergonzarnos tanto que podemos llegar a evitar situaciones sociales

¿Qué síntomas tiene?

Como suele suceder con todos los trastornos mentales, los síntomas que la dismorfia puede causarnos abarcan un abanico muy amplio. Entre ellos, podemos encontrar una preocupación excesiva hacia nuestro aspecto físico, el enfoque de un defecto concreto, pensar que nos hace horribles físicamente o que otros perciben nuestro físico de una forma negativa. También podemos tener unos comportamientos dirigidos a arreglar u ocultar el defecto percibido que son difíciles de resistir o controlar, tales como mirarnos frecuentemente el espejo, arreglarnos o rascarnos la piel.

¿Qué lo causa?

No se sabe específicamente qué causa este trastorno, pero tampoco puede ignorarse la existencia de una presión social en lo que a la estética respecta. Sin embargo, también puede ser el resultado de una combinación de problemas, como antecedentes familiares del trastorno, anomalías en el cerebro y evaluaciones o experiencias negativas sobre el cuerpo o la imagen de uno mismo. 

¿Cuánto cambia nuestra percepción?

Podemos reconocer que nuestras creencias acerca de los defectos percibidos pueden ser excesivas o no ser ciertas, así como pensar que, probablemente, son ciertas. Cuanto más convencidos estemos de nuestras creencias, mayor será la angustia y la perturbación que podamos experimentar en nuestra vida. 

La vergüenza y la pena acerca de nuestra apariencia pueden impedir que busquemos tratamiento. Pero, como sucede con el resto de trastornos, te recomendamos, encarecidamente, que acudas a un profesional de la salud mental si notas algunas de estas señales. Por lo general, no mejora por sí solo. Si no se trata, puede empeorar con el tiempo y provocar ansiedad, facturas médicas extensas, depresión grave e, incluso, pensamientos y conductas suicidas.

Desde Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología esperamos haberte acercado más hacia la dismorfia, el enemigo de cada vez más jóvenes y no tan jóvenes que crece cada día. 

¡Cuídate!

En Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología | ¿Qué es la voz interior?

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