¿Cómo afecta la temperatura a tu mente?

El verano está a la vuelta de la esquina. Y, en mayor o menor medida, todo apunta a que ha venido para quedarse con nosotros. Esto, aunque pueda resultar preocupante en algunos términos, también puede ofrecernos la oportunidad de llevar a cabo actividades que no podemos realizar en otro momento del año, como darnos un baño en una piscina fresquita o disfrutar, sin tiritar de frío, de un rico helado. En cualquier caso, el calor puede surtir efecto en nuestro físico y en nuestra mente, de modo que, en Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología, responderemos a la pregunta, ¿cómo afecta la temperatura a tu mente? 

Nos pone de mal humor

Cada persona es un mundo, pero, cuando hablamos del efecto que las bajas o las altas temperaturas tienen sobre nosotros, por lo general, hay sensaciones y conductas que éstas nos llevan a tener. 

Es posible que ya te hayas dado cuenta, pero, una de las primeras consecuencias del calor, es el estrés, lo que, de forma directa, deriva en mal genio e incomodidad si se prolonga. 

Nos hace más agresivos

Ya sea en mayor o menor medida, el mal humor, en un momento dado, puede llevarnos a adoptar una conducta más agresiva, especialmente si se debe a los efectos del calor. La idea está respaldada aún más por el descubrimiento de que el clima podría infiltrarse en nuestros cerebros al alterar nuestra biología. En otras palabras, el calor altera nuestros niveles de serotonina, lo que da lugar a la sensación de malestar. 

Por otro lado, también se ha planteado que el calor también aumenta la testosterona, lo que, en algunos casos, puede derivar, precisamente, en ese aumento de la agresividad. 

¿Qué pasa con el frío?

Cuando es verano, vivimos en un mundo muy diferente al que nos rodea cuando es invierno. Hay festivales y muchas actividades al aire libre, así como nosotros mismos solemos sentirnos más activos. Por no hablar de que, al haber mejor tiempo, salimos más y nos cuesta menos relacionarnos con otras personas. Pero, ¿qué pasa con el frío? Cuando las temperaturas se desploman, empiezan a activarse una serie de mecanismos en nuestro cerebro que nos hacen experimentar ciertos cambios psicológicos.

El frío puede hacernos desconfiados y reservados, ya que, cuando caen las temperaturas, es más habitual buscar refugio y abrigo. Como consecuencia de esto, es posible que las ganas de socializar disminuyan un poco. De igual modo, nuestra productividad también puede verse afectada, aunque eso es algo que también pueden provocar unas temperaturas excesivamente altas. 

¿Cómo afecta la temperatura a tu mente? ¿Alguna vez te has percatado de estos efectos cuando llega el verano? ¿Cómo te sientes en invierno? Desde Mariela Martínez Ramos – Consulta de Psicología, creemos que es importante tener en cuenta lo que el clima le hace a nuestra mente y a nuestro cuerpo. Por eso, esperamos que esta entrada te sirva para estar más atento a los efectos que tendrán en ti estos próximos meses. 

Se acerca el verano…

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